30 de noviembre de 2020
Este es el espacio en el que he escrito todos mis libros. Es una de las esquinas del salón de casa, con abundante luz natural (aunque no lo parezca en la foto), abierta al rumor de la calle y a los sonidos interiores. No hay que pedir permiso para entrar, no es un laboratorio o un santuario ni nada por el estilo. Es un campo abierto, en el que me enfrento a diario a la hermosa batalla de la escritura.